De Pablo Neruda

Hace unos dias lei unos poemas de Pablo Neruda, subrayando palabras...al final, las uni creando esto:

Tu Sonrisa

Tu sonrisa se expande como una mariposa
Y a lo lejos, reconocería sin problemas tus blancas manos, suaves como las uvas.
De vez en cuando, hago rojas señales sobre tus ojos ausentes.
Y sale lo que estaba dormido sobre tu alma.

Bella, tal vez la tierra tiene en algún sitio oculto, la curva y el aroma de tu cuerpo.
Las palabras que, desde mi boca llegara hasta el cielo.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo. Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.

Alguna vez, mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
De lo que yo te recordaba con el alma apretada.
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana?
Pues, para mi corazón basta tu pecho pero para mi libertad bastan mis alas.

No me quites tu sonrisa, pues mi lucha es dura y vuelvo con los ojos cansados. Pero al entrar a tu risa abre para mí todas las puertas de la vida.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. Mi voz buscaba el viento para tocar tu oído.

No me quites la rosa, la lanza que desgranas, el agua que de pronto estalla en tu alegría, la repentina ola de plata que te nace, y tu sonrisa que se expande y te embellece.


Fuentes:
Poema no. V, Poema no. VII, Poema no. X, Poema no. X, Poema no. XII, Poema no. XII, Poema no. XII, Poema no. XIII, Poema no. XIV, Poema no. XX, Tu risa, Bella.

Desnuda

de Pablo Neruda

Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
Lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
Tienes líneas de luna, caminos de manzana,
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
Tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
Desnuda eres enorme y amarilla
Como el verano en una iglesia de oro.

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
Curva, sutil, rosada hasta que nace el día
Y te metes en el subterráneo del mundo
Como en un largo túnel de trajes y trabajos:
Tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
Y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.