De noche a noche se pasan las horas
mirando a la luna visitante de mí morada.
De poco a poco se vuelve incierto
lo que hasta unos segundos soñaba despierto.
Al llegar al risco de lo que aspiro
sólo el suspiro me priva el aliento.
De día un brillo de noche sombrío
De luz saliente de cálido fuente.
De oscura ruta de tenue luna.
No recuerdo nada
no olvido gran cosa.
Si mi corazón fuera estrella, ¿marcaría el sendero de barcos en rumbo?
Si fuera una ola errante, ¿hasta qué playa llegarían mis brazos?
A veces soy aquella palabra perdida en el recuerdo
Aquella brisa que busca rosar la risa
Deja que el cielo sea mi techo y dibujar arcoíris de mágicos cuentos.
PFR